La sandía es uno de los cultivos más relevantes en el ciclo de primavera, especialmente bajo invernadero, donde cada fase del ciclo productivo requiere un manejo técnico de alta precisión.
Entre todas las etapas críticas, el cuaje ocupa un lugar central: de su éxito dependerá la uniformidad, calidad y valor comercial de la producción final.
Un elemento fundamental para asegurar un buen cuaje es la polinización natural mediante abejas. Sin embargo, no basta con introducir colmenas, es imprescindible hacerlo en el momento adecuado para maximizar su eficacia.
¿Qué es el cuaje en la sandía y por qué es tan importante?
El cuaje es el proceso en el que las flores femeninas son fecundadas, permitiendo el inicio del desarrollo del fruto.
En el cultivo de sandía bajo plástico, la intervención de polinizadores naturales es indispensable para transportar el polen de las flores masculinas a las femeninas y garantizar una fecundación efectiva.
Una polinización deficiente se traduce directamente en:
- · Frutos deformes o mal cuajados.
- · Pérdidas de calibre.
- · Disminución del porcentaje de frutos comerciales.
Por tanto, una polinización eficaz es sinónimo de éxito agronómico y comercial.
¿Por qué introducir las colmenas aproximadamente a los 60 días?
Desde el trasplante de la sandía hasta el momento de introducir las abejas suelen transcurrir aproximadamente 60 días. Esta decisión no es aleatoria: se busca que coincida con la floración de los tallos terciarios y cuaternarios, no con la de los tallos principales.
¿Por qué? Porque en esta fase el número de flores femeninas abiertas es mayor, aumentando así la oportunidad de un cuaje masivo y uniforme. Adelantar o retrasar la introducción de las colmenas puede implicar un aprovechamiento deficiente del potencial de floración, comprometiendo la producción.
En este punto, la experiencia en el manejo del cultivo y el asesoramiento técnico especializado son factores clave. Detectar el momento óptimo para incorporar los polinizadores requiere observar el estado fenológico de la planta, la densidad floral y las condiciones ambientales.
Una vez introducidas las colmenas, el cultivo entra en una ventana crítica de polinización de entre 7 y 10 días. Durante este breve periodo, las abejas buscarán activamente las flores femeninas, realizando la polinización necesaria para un buen cuaje.
Cuanto más concentrada y eficaz sea la polinización en esta ventana, mejores serán los resultados
Riesgos de un cuaje descoordinado
Una polinización no uniforme no solo afecta al número de frutos, sino que también complica seriamente la gestión posterior del cultivo.
- · Aborto de frutos: Cuando el cuaje es irregular, las primeras flores fecundadas desarrollan frutos que demandan más recursos. Las flores cuajadas más tarde compiten en desventaja, provocando abortos o frutos mal desarrollados.
- · Maduración no homogénea: Un cuaje descoordinado genera frutos en distintos estados de desarrollo, obligando a realizar varias recolecciones, lo que en sandía resulta altamente desaconsejable debido a la dificultad para evaluar el punto óptimo de madurez en campo.
- · Pérdida de frutos: En muchos casos, los frutos más retrasados no llegan a completar su maduración, quedando verdes y sin valor comercial.
Por todo ello, la uniformidad en el cuaje no es un lujo: es una necesidad agronómica y comercial.
Conclusión
En un sistema de producción intensivo como el de Almería, donde cada detalle cuenta, la gestión precisa de la polinización es una de las decisiones estratégicas más importantes. Contar con el acompañamiento de técnicos de campo especializados marca la diferencia entre una producción media y una excelente.